Ayer alguien me hizo el siguiente comentario:
¿Como haces para manejar tu enojo?
Las emociones que surgen cuando te atacan. ¿Viste algo en tu aprendizaje para ser conciliador?
Primero, no hay recetas fáciles en la vida, todo lleva tiempo. Un buen vino en los barriles. Una palmera del Líbano, no se mantiene gracias una receta de 3 pasos para permanecer firme ante una tormenta. Una buena salsa necesita tiempo, creo que lo primero que te respondería, es que para manejar nuestro enojo, necesitamos tiempo.
Segundo, en términos generales así como nadie puede prepararse para un transitar un trauma, con el enojo sucede algo similar. Podemos atemperar nuestro carácter pero pensar que podemos armar una regla de tres simple para evitar enojarnos, es algo que me enoja mucho. Tengo mucha bronca con aquellas personas que te dan un consejo como si fueran la última píldora frente a una enfermedad.
Tercero, podemos ir a las definiciones y ver lo que significa trauma. “… es un exceso de energía que entra al aparato psíquico de golpe (sin aviso previo), toda junta, arrasando las capacidades psíquicas de la persona para cortajear ese estímulo poniéndolo en palabras para poder pensar…” Dicho esto, entonces veo al enojo como una suma de energía que produce nuestro cerebro para resolver un problema. Y al tomar la decisión de comenzar a controlar ese desborde ya estás comenzando a gestionar tu enojo.
Cuarto, ¿podes predecir cómo puede reaccionar una persona ante un robo? Ser atacado significa que nuestra seguridad está en peligro, por lo que el cerebro envía sangre a nuestros músculos para que reaccione. Algunos pueden salen corriendo, otros pegar trompadas y otros nos quedamos inmóviles sin saber que hacer. En este orden de ideas, salvo que estudies Karate, no veo antídoto posible.
Quinto y último pensamiento en voz alta. Claro que podemos aprender a conocer nuestros límites y podemos aprender a contestar mejor. Hay momentos que podemos predecir cómo por ejemplo, saber que en un par de horas tendremos hambre y eso nos pone un poco irritables. Sobre esos eventos que se repiten, podemos establecer rutinas o agendas y comenzar a gestionarlo. Identificar las cosas que nos sacan es un buen comienzo.