¿Cuanto nos cuesta salir de casa?
Hablando con Fede me di cuenta de cuanto vale que un fotógrafo salga de su casa. No sólo por su trayectoria profesional y sus trabajos, sino también por sus equipos.
Entonces, tuve que llegar a un callejón sin salida…
¿Cuánto vale mi hora profesional?
En la página 84 de la 2da Edición de Conflicto Resuelto escribo algunas cosas que me gustaría reescribirlas. Con vuestro permiso.
“…una persona que está a la defensiva es muy probable que manifieste internamente una baja autoestima…”
No estoy tan seguro que defenderse sea malo, sobre todo, si la otra persona nos está atacando deliberadamente.
Hablo desde mis anteojos, con vuestro permiso, pido y habilito mi palabra.
Puede ser que yo esté atravesando un tiempo de alto estrés con tantos eventos, presentaciones, viajes, etc. Según google places en los últimos 45 días visité 18 ciudades.
Vuelvo sobre cuanto vale mi hora profesional, porque justamente ayer tuve una fuerte discusión con alguien que quiero mucho, pero tristemente no nos pudimos poner de acuerdo y yo decidí cerrar la negociación.
Hay otros párrafos mas adelante en la página 85 y 86 que quiero si sacarle algunas capturas, para que veas por donde vienen mis ideas de cuanto valemos.
¿Valemos a caso el sueldo que nos paga nuestro jefe?
Otra cuestión importante es el “costo de oportunidad” o también lo que otros especialistas llaman, saber que cuando gano algo, estoy perdiendo algo. Aprender a perder. En una sociedad donde sólo parece ser que valen los “hits”, los “casos de éxito”, los “influencers”, los multimedios, los grandes sillones, las grandes oficinas, me pregunto en ésta madrugada lluviosa de Buenos Aires:
¿La cuestión de estar a la defensiva significa que todavía no aprendí a perder?
Entonces vuelvo sobre mi perfil profesional y veo lo que la Editorial Autores de Argentina me ayudó a colocar en la solapa del libro.
Luego fui a mi perfil a Medium y vi lo que puse. Tambien fui a Facebook y también me sorprendí la cantidad de maneras que uno puede definirse.
Pero al final del día, me pregunto:
¿No será el mercado quien pone el precio de nuestras profesiones liberales?
Y la vida sigue … y se me va el vuelo…
Ésta historia continuará…
