La vida, una neblina…
…pero nosotros seguimos pautando, haciendo negocios, y seguimos insistiendo… para mostrarnos, para que vengan a vernos y para que compren nuestros productos.
Y la Biblia insiste:
(Santiago 4:13–15)
Presten atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».
Y volviendo a los negocios.
Yo quería vender mis libros en la feria del Libro de Resistencia, entonces que hice, pauté en Facebook, creo que algunos parámetros puse mal, porque no fue ni mis tíos lejanos.
Creo que si sigo pautando, así me veré dentro de 10 años, ya que luego de haber realizado 2 pautas para la Feria del Libro de Chaco, y creo haber visto sentadas no mas que 15 personas, de las cuales, 5 eran mi familia y las otras 10 las conseguí yo recorriendo la feria.
Seguramente la piña me volverá. mal y no son malos las miles de impresiones… sino quizás seré yo el que pautó para el tomate. Asi que por el momento, le digo a Facebook, mil gracias por todo che!
Volvamos al concepto de que la vida es como la neblina y qué impacto tiene esto en los negocios que hacemos.
Cuando establecemos un plan financiero y planificamos nuestra agenda según nuestras fuerzas, posibilidades y conocimientos, nos estamos olvidando de algo muy importante.
Algunos pueden llamarle el “azar”, otros mas legalistas “caso fortuito o fuerza mayor”, otros quizas meramente “imprevistos”. Sea cual sea la definición que adoptes…
…si tu día no tiene un espacio para esperar lo inesperado estas frito…
Algo así como lo que hizo un hombre de la Biblia que se llamó Jabes, de hecho hay un libro “bestseller” que se llama “La oración de Jabes” y en el mismo se relata la necesidad de ensanchar la tierra.
En negociación o mediación, también podemos llamarlo ampliar la torta de negocación. En una cirugía sería, che, pasame otro bisturí, que con éste no hago nada.
Volvemos al comienzo, somos finitos, somos la vida, somos como una neblina.
La pregunta que te hago, antes de acostarme es:
¿Qué hiciste hoy para que puedas cambiar el mundo de alguien?
