Mirar, caminar
Hoy llegó Julián y lo primero que hizo fue dirigirse a la ventana. A penas le abrieron la puerta, dijo que venía a una audiencia y antes de sentarse en los sillones de la recepción, fue por la vista.
Estaba llegando tarde, pero eso no impidió su curiosidad.
Lo dejo mirar por la ventana y desde mi despacho, hago como que sigo con mis cosas. El sigue mirando por la ventana hasta que saca su celular. Toma una foto y en ese mismo instante, salgo de mi oficina y digo:
-Julián, ¡Viste que lindo día! Soy Jorge, el conciliador ¡Bienvenido!
Me mira y me dice:
-Sabes que camino siempre por éste barrio, es mas, mis padres nacieron a pocas cuadras de aquí, pero jamas imaginé que se veia así. Las veces que he caminado por esta plaza, pero nunca la había visto de arriba.
-Así mismo son los conflictos, le respondo.
Me vuelve a mirar.
Entiendo que estas cansado, ¿Verdad? No paran de llamarte y hostigarte telefónicamente para pagar una deuda que jamas fue tuya. Hasta es probable que hayan conseguido el teléfono y llamado al trabajo de tu esposa.
Me hace gestos de afirmativo con la cabeza.
Mientras toma asiento y esperamos al apoderado de la empresa, seguimos charlando sobre la vista de la oficina y aprovecho para introducir el concepto de perspectiva.
Llega el apoderado, conversamos, nos ponemos de acuerdo y se van todos contentos.
Caminar y observar, no soy detallista pero hago mi mejor esfuerzo. No soy de combinar, pero tengo una esposa, una hija y un hijo que siempre me están opinando sobre mi vestimenta.
Aprendí a valorar los detalles, sobre todo los pequeños.
Una respiración agitada, una postura rígida, una voz calma pero llena de broncas, una voz agitada pero llena ansiedades, y así. Todos los días descubro nuevas conexiones personales. Trato con personas agradecidas y también de las otras.
Mientras camino, pienso. Me cuesta pero hago mi mejor esfuerzo. Medito sobre cómo mirar, hablar y contrarrestar a las personas prepotentes. Y la respuesta está mas arriba.
Elevar la mirada y los pensamientos.
Ver mas allá de lo que veo siempre. Ver cosas que otros ven, pero que no reparan en lo que ven. Ver de mas arriba. Moverme y verlo desde otra perspectiva. Aunque siempre lo hayamos mirado, vamos verlo de nuevo. Volvamos a valorar los pequeños detalles y miradas.